4x2. Cuatro estrenos: dos proyecciones
Realizada a la sombra de la crisis económica mundial de 2008, Content (2010), de Chris Petit (Londres, 1949), funciona como coda de Radio On (1979), dirigida por Petit, hoy considerada road movie de culto. Content está ambientada en el siglo XXI, inspirada por el devenir, impulsada por la música de AGF y por el estado de trance en el que sume la conducción. La meditación de Petit en la carretera pasa por la mortalidad y el paisaje, otros viajes (Polonia, Texas), el erotismo del correo electrónico y la importancia de las cartas Pokémon en este extraño mundo nuevo.
Grand Paris Texas (2010), de Teresa Hubbard y Alexander Birchler, transcurre en la pequeña localidad que alcanzó notoriedad tras el estreno de Paris, Texas (1984), de Wim Wenders, aunque no aparece en el filme ni participó en su producción. Una sala de cine abandonada protagoniza este documental experimental en el que se engranan intrincadamente narraciones y metanarraciones, como la del hallazgo de una cinta VHS de la película de Wenders en el único videoclub de Paris: años atrás, alguien grabó sobre la última parte de la cinta, borrando para siempre el final de Paris, Texas.
A Man With no Name (2009), del director chino Wang Bing (Shaanxi, 1967), se desarrolla en las ruinas de una ciudad rodeada de una vieja muralla, donde sólo vive un hombre sin nombre. Durante el día trabaja como un animal, por la noche duerme en una cueva como los hombres primitivos. Se alimenta de lo que recolecta o de lo que encuentra. Nunca dice una sola palabra. El cuenco, el barril de agua y otros objetos cotidianos son residuos industriales. Así vive hasta que llegue la hora de su muerte en la cueva, en las ruinas o en los campos.
Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives (2010), de Apichatpong Weerasethakul (Bangkok, 1970), muestra la relación entre el hombre y los animales eliminando la línea que los separa. Puede que haya fuerzas misteriosas esperando a revelarse, igual que algunas cosas que antes se consideraban magia negra han demostrado ser hechos científicos. Escribe el cineasta tailandes: “el cine sigue siendo una fuente cuya energía no hemos utilizado correctamente en su totalidad, del mismo modo que no hemos explicado por completo los mecanismos internos de la mente”.