El arte español y la exposición de artistas ibéricos de 1925
Con motivo de la exposición conmemorativa del setenta aniversario de la “Sociedad de Artistas Ibéricos” y de la exposición Benjamín Palencia y el arte nuevo se ha organizado este curso en el que participan grandes especialitas del arte contemporáneo mediante una serie de conferencias y mesas redondas, con el fin de revisar la ESAI y su entorno de 1925.
La exposición de los Ibéricos de 1925, marca un hito fundamental en el devenir de nuestra cultura artística contemporánea. Y ello por dos razones: por un lado, marca el punto final del radicalismo neófito de nuestra vanguardia artística del primer cuarto de siglo y, por otro, señala el arranque del segundo tramo importante de nuestra historia, ese que se verá súbitamente interrumpido por la guerra civil. La ESAI, que se celebró en los palacios del Retiro en junio de 1925, significó la toma de conciencia de gran parte de la sociedad española de que algo había cambiado en nuestro arte y que seguiría haciéndolo. El propio Ortega vinculó de alguna manera su famoso ensayo La deshumanización del arte a la resonancia tumultuosa que la exposición logró producir.
En la ESAI, Barradas, el verdadero timonel de gran parte de la primera vanguardia española, dio a conocer su nueva plástica, la que señalaría el punto de inicio de los “Realismos de nuevo cuño”, que habrían de ser la columna vertebral de la producción artística española de los años veinte y treinta. Pero, sobre todo la ESAI presentó definitivamente a aquellos que ostentarían el nuevo protagonismo de la vanguardia española: Cossío, Moreno Villa, Bores, Peinado Palencia, Dalí, Alberto Sánchez, García Maroto, Saénz de Tejada, Ucelay, Guezala, Echevarría, Macho, Solana y otros.