Habitar como refugio
Tres lecturas sobre H. C. Westermann
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25 personas
Programa educativo desarrollado con el patrocinio de Fundación Banco Santander
Este taller de investigación se basa en la exposición H. C. Westermann. Volver a casa, concebida como un caleidoscopio desde el que reconocer una historia inconformista del arte norteamericano de posguerra. Considerado un artista de artistas, Westermann aúna el compromiso crítico de los escultores y pintores formados en Chicago –en dos ocasiones estudió en la escuela del Art Institute de esa ciudad– con las visiones iconoclastas de la escultura funk de la Costa Oeste de Estados Unidos. En Westermann concurren un arte objetual físico, reminiscencias del pop más contracultural, y la representación de una América irracional, con un incisivo sentido del humor. Pese a su relación con diferentes movimientos, Westermann es autor de una obra profundamente singular en escultura y dibujo, caracterizada por las reflexiones sobre el habitar, la construcción de anti-monumentos y el escrutinio de la muerte.
La propuesta consta de tres sesiones, la primera impartida por la comisaria de la exposición Beatriz Velázquez, la segunda por el artista Carlos Fernández-Pello, y una tercera por la historiadora del arte Patricia Mayayo. Cada uno abordará los interrogantes que despierta el trabajo de H. C. Westermann a partir de la especificidad de su propia disciplina.
Esta convocatoria está orientada a todos aquellos interesados en la historia del arte como proceso de conocimiento desde múltiples perspectivas: escritura, práctica artística, comisariado, educación y pensamiento.
Participantes
Manuel Cámara. Formado en ingeniería civil, es estudioso de la obra de Martin Heidegger y conocedor del trabajo de H. C. Westermann. Ha examinado las intersecciones entre habitar y construir, a propósito del artista.
Carlos Fernández-Pello. Artista y diseñador, es profesor en el Instituto Europeo de Diseño de Madrid (IED). Compagina su práctica artística con el comisariado, la producción audiovisual, la escritura o el bricolaje. Su obra concentra en el objeto una vasta selección de intereses especulativos y epistemológicos.
Patricia Mayayo. Profesora Titular de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). En su investigación se entrecruzan varios campos de trabajo: la historia de las mujeres, la historiografía feminista y queer, y el estudio de las prácticas artísticas contemporáneas.
Beatriz Velázquez. Comisaria de la exposición H. C. Westermann. Volver a casa. Estudió el Máster en Modern Art: Critical and Curatorial Studies de la Universidad de Columbia (Nueva York) y el de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual del Museo Reina Sofía, museo de cuyo Departamento de Exposiciones forma parte actualmente.
Programa
Entrada: gratuita previa inscripción, cumplimentando este formulario
Aforo: 25 personas
Conocer la obra de un artista termina ramificándose en indagaciones de alcance más amplio. Estudiar como historiador a H. C. Westermann conduce a observar cómo su trabajo, tan singular, se consideró en un panorama en el que bullían los cambios: por ejemplo, Westermann fue visto entre los imaginistas de un realismo nuevo, y también entre quienes dejaban atrás la especificidad del formalismo. Si, con otra lente, lo que se analiza es el proceso de la escultura de Westermann, entonces se atiende a cómo sus piezas iban dotando de forma objetiva al dominio no articulado de la experiencia. Por fin, examinando el contenido de las obras, se escucha una persistencia en lo inacabado de todo cobijo; lo que, en una formulación más general, propone pensar en el obrar como un hacer hogar.
Con la colaboración de Manuel Cámara, estudioso del trabajo de Martin Heidegger, esta sesión repasará el caso de la construcción de su exposición retrospectiva, entrecruzando los varios aspectos del estudio de H. C. Westermann con el último factor en juego: su puesta en escena en las salas del Museo Reina Sofía.
Entrada: gratuita previa inscripción, cumplimentando este formulario
Aforo: 25 personas
Partiendo del desafío a la noción de objeto artesanal en la obra de H. C. Westermann, esta sesión de dos días examina el banco de sala como un mueble aparentemente irrelevante que, sin embargo, permite descansar, interrumpir y suspender cierta ergonomía del objeto artístico. El banco aparece por primera vez como mobiliario urbano a mediados del siglo XIX en París, en el plan urbanístico del Barón Haussmann, ligando para siempre la historia del asiento público con la gestión del esparcimiento. En el contexto de la galería, sin embargo, el valor de uso del mueble y de la obra de arte seguiría siendo confuso hasta casi entrado el siglo XX: los espectadores podían mover tanto sillas y mesas como cuadros y esculturas, acomodándolas a sus necesidades físicas y estéticas. Esta lógica se mantuvo incluso en los primeros museos hasta que la función de educar al gran público requirió de una narrativa secuenciada y un recorrido eficaz, fluido, donde el asiento era más un estorbo, o mejor, una señal oficial de asueto.
Entrada: gratuita previa inscripción, cumplimentando este formulario
Aforo: 25 personas
En muchas de sus piezas H. C. Westermann, que sirvió en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea, proyecta una visión equívoca de la masculinidad que habría que encuadrar dentro de los cambios que experimentan las relaciones y códigos de género en la posguerra estadounidense. Acostumbrados a una narrativa heroica del arte de este período, con manifestaciones rotundas de un genio masculino irrefrenable en una secuencia de grandes movimientos artísticos desde el expresionismo abstracto hasta el conceptual, la obra de este artista se sitúa por el contrario en el espacio de una masculinidad cuestionada. La sesión se divide en dos partes: una primera de exposición teórica, y un taller práctico posterior en el que se discutirán y analizarán colectivamente los capítulos 1, 2 y 6 del libro de Beatriz Preciado Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en Playboy durante la guerra fría (Anagrama, 2010).