Intervalo 24. Manthia Diawara
Una ópera del mundo
Estados Unidos, Mali y Portugal, 2017, color, VOSE, archivo digital, 70’
Dirección: Manthia Diawara
Con la participación de: Agnès Barad-Matrahji, Fatou Diome, Alexander Kluge, Koulsy Lamko, Nicole Lapierre y Richard Sennett
Edición: Kenan Akkawi
Investigación archivística: Kenan Akkawi y Tania Georgoupli
Basada en: Bintou Were. Una ópera del Sahel, compuesta por Zé Manel Fortes, con libreto de Koulsy Lamko y dirección artística de Wasis Diop. Interpretada en Bamako, Mali, 2007
Localizaciones: Bamako, Lesbos, Múnich y Estrasburgo
Cámaras: Alpha Yahyah Suberu (Bamako), Thim Naccache (París), Thomas Wilke (Múnich), Mansita Walu Diawara (Estrasburgo y Lesbos)
Sonido: Mohamed Lamine Toure (Bamako), Thim Naccache (París), Michael Kurz (Múnich), Bertrand Vigier (Estrasburgo) y Kenan Akkawi (Lesbos)
Producida por: Jürgen Bock (Maumaus / Lumiar Cité) con financiación del Fondo Príncipe Claus para la Cultura y el Desarrollo, ZDF/3sat, Ministerio de Cultura de Portugal. Secretaría general para las artes y documenta 14
Asistente de producción: Carlos Alberto Carrilho
Participación en festivales:
documenta 14, Kassel y Atenas, 2017. Estreno internacional
Flaherty Seminar, Nueva York, 2017
Estreno nacional en Museo Reina Sofía, 2019
Esta nueva sesión del programa Intervalos, dedicado a la proyección de trabajos fímicos recientes, presenta Una ópera del mundo, del cineasta y teórico cultural Manthia Diawara (Bamako, Mali, 1953). Esta película fusiona los géneros de ópera y documental, preguntándose por la relación histórica de migraciones y desplazamientos entre África y Europa a partir de las sucesivas crisis de refugiados.
Una ópera del mundo está basada en la ópera africana Bintou Were, una ópera del Sahel, compuesta por Zé Manel Fortes y presentada en Bamako en 2007, la cual relata un eterno drama migratorio en forma de epopeya lírica. Esta ópera sirve de espejo a Diawara para, a través de la música y la danza, elaborar una historia en torno al drama contemporáneo y a la vez atemporal de la migración entre el norte y el sur y las continuas crisis de refugiados. La película entremezcla la forma de la ópera culta europea con el relato oral y popular africano, reflexionando a partir de este encuentro sobre la realidad de los cruces culturales desde el mestizaje y la hibridación. A esta actuación de ópera africana se suman las imágenes de un vasto archivo de migraciones pasadas y presentes, como, por ejemplo, las registradas recientemente en Lesbos, además de entrevistas a intelectuales, artistas y activistas sociales europeos y africanos, como Alexander Kluge, Fatou Diome, Nicole Lapierre y Richard Sennett.
“Una ópera del mundo”, en palabras de Manthia Diawara
Quería lograr dos objetivos al hacer Una ópera del mundo. En primer lugar, ser fiel al espíritu del original Bintou Were, una ópera del Sahel. Quería demostrar que es una obra de arte visionaria, que pone a prueba nuestro compromiso con conceptos como los derechos humanos, la hospitalidad, la empatía y la dignidad humana. Como escribía el poeta y ensayista Édouard Glissant, cada vez corremos más peligro de perder nuestra capacidad de temblar con el temblor de los demás, los migrantes.
Una ópera del mundo también trata de probar el poder de la ópera como género para romper límites, para viajar de cultura a cultura, de continente a continente, si no ya cambiando el formato de la ópera tradicional, al menos alterando sus elementos. Así, jugamos con estos elementos de la ópera original cambiando algunos y omitiendo otros. Intercambiamos deliberadamente arias africanas y europeas, e intercambiamos a los migrantes africanos con los asiáticos y europeos. Mi segundo objetivo con Una ópera del mundo fue construir un punto de encuentro entre el género de la ópera y el medio de la película, y ver qué nuevos significados emergen de esa porosidad entre límites y transgresión de fronteras entre África y el resto del mundo. Quería preguntar si el cine puede ser el nuevo medio de la ópera por excelencia: dado el fácil acceso que las masas tienen y porque es el receptáculo idóneo para contener numerosas emociones contradictorias todo el tiempo.
Para mí, la experiencia de la fusión entre ópera y cine, entre lo clásico y lo profano, no solo es una forma de enriquecer mi vocabulario fílmico, sino también un gesto hacia la liberación del género de la ópera desde su entorno clásico y sagrado en Occidente. Así, el proyecto me dio la oportunidad de llevar emociones operísticas a la pantalla, combinando canciones europeas y africanas, sin establecer jerarquías entre ellas, entrelazando canciones sagradas y populares, y ubicándolas sobre imágenes de África, Asia y Europa, sin interrumpir el estado emocional de los espectadores.
Manthia Diawara es cineasta y teórico cultural (Bamako, Mali, 1949). Formado en Guinea Conakry y en París, emigra a Estados Unidos, donde realiza una amplia obra fílmica, ensayística y docente. En la actualidad es profesor de Literatura Comparada y Cine en la Universidad de Nueva York. Sus ensayos sobre arte, cine y política han aparecido en The New Times Magazine, LA Times, Libération, Mediapart y Artforum, entre otros medios. Es autor de importantes monografías sobre el cine africano y de la diáspora, como Black American Cinema (BFI, 1993) y African Film: New Forms of Aesthetics and Politics (2010). Entre sus películas, destacan Sembene: The Making of African Cinema, junto a Ngugi Wa Thiong'o (1994), Rouch In Reverse (1995), Who is afraid of Ngugi? (2006), Maison Tropicale (2008), Édouard Glissant, One World in Relation (2010) y Negritude: A Dialogue Between Soyinka and Senghor (2016).
Programa
Edificio Sabatini, Auditorio
Manthia Diawara. Una ópera del mundo
Estados Unidos, Mali y Portugal, 2017, color, VOSE, archivo digital, 70’
Pase 1. Viernes 24 de mayo, 2019 - 19:00 h
Pase 2. Domingo 26 de mayo, 2019 – 17:30 h
Las proyecciones contarán con la presentación en vídeo del director Manthia Diawara.