Yo también. Deseo y delito
Carta blanca a Albert Serra
Yo también. Deseo y delito es una invitación del Museo Reina Sofía a Albert Serra para comisariar, por primera vez en su trayectoria, un ciclo de proyecciones que discurre en paralelo a su nueva instalación fílmica, Personalien, producida para el programa Fisuras del Museo. Serra es una de las voces más originales en la reinvención del cine contemporáneo, ganador del Leopardo de Oro (Locarno, 2013), del Premio Jean Vigo (2016) o del Grand Prix del FID de Marsella (2018), entre otras distinciones.
Se proyectan, en cinco sesiones, películas que aluden a los referentes cinematográficos del autor y desarrollan un tema clave en sus últimos filmes e instalaciones audiovisuales: el de la pugna entre el deseo y la moral, entre la emancipación y la ética, entre el impulso y el deber o entre un mundo de libertinaje y otro de límites morales. Serra ha abordado esta controversia en un cine de historia que trasciende el género para constituirse en alegoría y emblema del presente, en imágenes de la contemporaneidad. Así ocurre con el tránsito de la Ilustración al Romanticismo en el encuentro entre Casanova y Drácula de Historia de mi muerte (2013), en el lento y espurio deceso del poder total de La muerte de Luis XIV (2016) y Roi soleil (2018) y, por último, en Personalien (2019), donde la utopía sexual en el crepúsculo del Antiguo Régimen, a fines del siglo XVIII, se contrapone al deseo contemporáneo, articulado como una cuestión de derechos.
Albert Serra ha seleccionado para el ciclo distintas manifestaciones del deseo en variados y oscuros episodios de la historia del cine, desde el underground japonés o la Factory de Warhol y su séquito a fines de 1968 hasta el cine posdramático y performativo de autores contemporáneos como João Pedro Rodrigues y Ulrich Seidl. Este viaje, construido como “un cruising entre imágenes y pulsiones”, en palabras del cineasta, aborda el deseo entendido como un poder totalitario, una liberación psicológica a través de los usos del cuerpo, una emancipación social durante la contracultura y una dictadura de la apariencia más fetichista y perversa.
El título hace referencia al movimiento Me Too y a la involucración moral de la mirada del espectador. El subtítulo, por su parte, alude a un manifiesto clave de la modernidad, Ornamento y delito (1908), en el que Adolf Loos identifica funcionalismo o estructura con virtud, mientras que la decoración, la carne de la arquitectura, es el elemento voluptuoso y por tanto, superfluo y criminal. Además, al elegir películas que buscan la transgresión, Serra rinde homenaje al libro de Amos Vogel que ha prologado en su reedición francesa (Capricci, 2016), Film as Subversive Art (1974), ensayo de culto sobre el cine de vanguardia.
Programa
Shuji Terayama
Emperor Tomato Ketchup
Japón, 1971, b&n, VOSE, 35mm transferido a digital, 27’
Koji Wakamatsu
El embrión es un cazador furtivo
Japón, 1966, b&n, VOSE, 35mm transferido a digital, 73’
Hans-Jürgen Syberberg
Las confesiones de Winifred Wagner
Alemania, 1977, b&n, VOSE, 35mm transferido a digital, 302’
Carolee Schneemann
Meat Joy
Estados Unidos, 1964, color, VO, 16mm transferido a digital, 5’
Paul Morrissey
Flesh
Estados Unidos, 1968, color, VOSE, 16mm transferido a digital, 89’
Ulrich Seidl
Models
Austria, 1999, color, VOSE, vídeo, 118’