Cualquier posible separación entre arte y vida en Yayoi Kusama (Matsumoto, 1928) no existe. Miembro activo en la escena artística crítica con la guerra de Vietnam de los 60 en Nueva York, ciudad donde se relacionó por igual con el minimalismo, el happening o el pop, regresa a Japón, en 1973, ampliando los límites de su trabajo. Su heterogénea obra abarca desde el collage hasta la composición musical, incluyendo el diseño, la novela o el arte de instalación. Kusama desarrolla de forma obsesiva la idea de repetición y retícula, haciendo de las superficies cubiertas de puntos, redes infinitas, en sus palabras, una de sus señas de identidad.