La exposición Huellas Dalinianas refleja la influencia de Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) en las vanguardias españolas, desde 1929 hasta después de la Guerra Civil. Esta muestra forma parte de la programación con la que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía celebra el centenario del nacimiento del artista catalán, a la que también acompaña otra exposición casi simultánea en el Museo, Dalí, cultura de masas.
El nombre de Dalí está unido al movimiento surrealista, aunque su concepción del arte y de la existencia supera cualquier clasificación o tendencia. En torno a 1927 -y sobre todo desde 1929- el artista se convirtió en difusor de elementos formales propios de la imaginería surrealista. Fue en ese año cuando Dalí fija su residencia en París y se incorpora plenamente a este movimiento. A partir de entonces se convierte en una figura de referencia para la vanguardia peninsular, desde la magnitud de esa órbita en la que ya giraban Pablo Picasso, Juan Gris o Joan Miró. Tras realizar diversas experiencias plásticas que dialogan con Max Ernst, Hans Arp, Yves Tanguy o Miró y que esgrimen una provocadora catarsis de negación del arte; el lenguaje visual de Dalí cristaliza definitivamente. A partir de entonces, el Surrealismo plástico se difunde intensamente en España, hasta convertirse en una de las líneas prioritarias de la vanguardia artística hasta la Guerra Civil.
Aunque fueron muchos los referentes que orientaron las diversas direcciones del Surrealismo español, las formas dalinianas desempeñan un protagonismo indiscutible que se pone de relieve en esta exposición. De esta manera, las obras realizadas por los diversos artistas seleccionados para la muestra establecen un diálogo formal o semántico con las producidas por el artista catalán. Estas “huellas dalinianas”, de compleja naturaleza, pueden definirse como una aspersión de aleaciones sobre el territorio poético y visual de la renovación artística española. Estas huellas se reflejan en las obras presentes en la exposición en ocasiones de modo rotundo, mientras que en otros casos la huella de Dalí constituye un referente para iniciar empresas muy distintas. En cualquier caso demuestran una vivísima presencia en una gran parte de las manifestaciones del arte español de este periodo, tanto en el ámbito catalán como en el aragonés, el tinerfeño o en importantes aspectos de esa "poética de Vallecas" que alcanzó gran difusión por toda la geografía peninsular durante los años treinta.
Datos de la exposición
Artium, Vitoria-Gasteiz (10 noviembre 2004 - 27 febrero 2005)
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