Javier Codesal: Inmóviles. Fábula de un hombre amado

25 octubre - 12 diciembre, 1999 /
Edificio Sabatini, Espacio Uno
Vista de sala de la exposición. Javier Codesal: Inmóviles. Fábula de un hombre amado, 1999
Vista de sala de la exposición. Javier Codesal: Inmóviles. Fábula de un hombre amado, 1999

Javier Codesal (Sabiñánigo, 1958) presenta en Espacio Uno una exposición compuesta por dos proyectos específicos, que tienen el cuerpo como elemento protagonista y soporte de análisis de la dificultad de la comunicación humana.

Codesal es considerado uno de los pioneros de la práctica del videoarte en España. Sus obras, en palabras del crítico y comisario Manel Clot, “incorporan un presumible concepto de desmaterialización inherente a la ejecución de todo proceso performativo -videograbado, fotografiado- y una decidida desvinculación de los soportes narrativos tradicionales”.

En la instalación Inmóviles, el centro de la sala lo ocupa una mesa metálica de proporciones sobredimensionadas, que tiene dos pares de aberturas en su fría superficie. Más que a una mesa convencional, remite a una mesa quirúrgica.

Catorce fotografías se despliegan a lo largo de las paredes de la sala, y muestran una escena que tiene lugar en este mismo espacio: los infructuosos intentos por parte de dos hombres de trabar contacto. Sus piernas se hunden en dichas perforaciones y, dadas las dimensiones de la mesa, los hombres tampoco logran alcanzar el suelo con sus pies.

La suspensión de sus cuerpos se convierte en metáfora de la comunicación suspendida, de “la quiebra del encuentro”, como señala el artista. Al tiempo, las fotografías son imagen del proceso demostrativo de la imposibilidad en sentido abstracto.

La intensidad de la obra reside en la alteración espacial que genera la enorme mesa, cuya presencia queda reforzada por la ausencia de sus ocupantes, quienes aceptan de ese modo su derrota ante este dispositivo.

La segunda obra de esta exposición: Fábula de un hombre amado, es una videoinstalación compuesta por dos proyecciones en sendas pantallas, colocadas en plano perpendicular a la pared. De este modo, la visión es posible por ambos lados y se configura “un dispositivo tridimensional complejo destinado a poner en marcha mecanismos de producción de sentido en la sala”, como apunta Manel Clot.

En este sentido, mientras que la elección del término fábula puede hacer pensar al público en una narración artificiosa o ejemplarizante, el artista muestra una sucesión de material visual espontáneo, cuya narración no es lineal, sino lírica, de manera que activa la producción de significados por cada una de las imágenes.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Artistas:
Javier Codesal