La fascinación que Roy Lichtenstein (Nueva York, EE.UU., 1923-1997) sintió toda su vida por la imagen, constituye el tema principal de la exposición retrospectiva en torno a este artista. Lichtenstein fue, junto con Andy Warhol, el representante más destacado del Arte Pop, que cautivó la escena artística norteamericana a comienzos de los sesenta y que nació en cierta medida como reacción contra el Expresionismo Abstracto.
La obra de Lichtenstein muestra dos destacadas referencias iconográficas: el ingente archivo de pinturas de la historia del arte y el banco de imágenes pertenecientes a la cultura contemporánea norteamericana, que prolifera a ritmo descontrolado. En ambos casos Lichtenstein busca lo mismo: una imagen clara y potente que la gente pueda reconocer inmediatamente. Las imágenes de la historia del arte que el artista reivindica funcionan a modo de reconocidos iconos artísticos en el imaginario colectivo. Lichtenstein descubrió el poder que ejercen las imágenes de la cultura popular, ya se trate de la simple representación de un objeto, como una cocina, unas zapatillas de deporte o cualquier otro producto cotidiano inanimado; o de una representación más ingeniosa -sentimentalmente hablando- y melodramática de los sentimientos, en la que destacan las viñetas de cómic. Los cuadros de Lichtenstein son agudos, precisos, potentes en cuanto a color y superficie; aunque su universo es más bien frío y mecánico, con un destacado talento gráfico y una gran fuerza compositiva.
El punto central de esta exposición lo constituye el enorme interés que el artista demostró a lo largo de toda su carrera por la investigación de la imagen como tal. Ello se refleja de manera muy clara en las numerosas obras que conforman esta retrospectiva articulada, precisamente, en base a distintos elementos pertenecientes a la retórica sobre la formación de imágenes: brochazos, reflejos, paráfrasis de otros cuadros, autorretratos, así como las manifestaciones puramente declamatorias. En torno a este epicentro se encuentran otros conjuntos significativos: cuadros de objetos y clichés de su primera época, representaciones icónicas planas de situaciones procedentes de la cultura popular y la transformación en imágenes de objetos de la sociedad de consumo. En contraposición a la superficie rotunda, se dedica una particular atención al imperecedero interés de Lichtenstein por la especialidad en obras menos conocidas, como los paisajes, las naturalezas muertas, los interiores y los espacios, que despliega con un claro guiño al Surrealismo.
Datos de la exposición
Louisiana Museum of Modern Art, Humlebaek, Dinamarca (22 agosto 2003 - 11 enero, 2004); Hayward Gallery, Reino Unido (26 febrero - 16 mayo, 2004); San Francisco Museum of Modern Art (23 octubre, 2004 - 22 febrero, 2005)
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