En activo desde mediados de los años ochenta, Federico Guzmán (Sevilla, 1964) siempre ha concebido la práctica artística como un compromiso con su entorno. Como parte y consecuencia de su vivencia personal en el Sáhara, Federico Guzmán ha levantado una gran jaima que dialoga con el espacio del Palacio de Cristal. Tuiza, en hassanía, es un trabajo solidario colectivo; reunirse, participar y construir algo entre todos. Esta gran jaima se presenta como un espacio de hospitalidad y conversación entre culturas en donde tendrán lugar talleres y otro tipo de actividades colectivas. Este programa de actividades aspira a convertirse en tuiza, un espacio donde descolonizar la imaginación y articular un conocimiento y sensibilidad que circule del sur a sur, sin pasar por la homogeneización del centro ni del relato occidental.
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