Montaje (2016) y desmontaje (2017) de una obra de grandes dimensiones: decorado de teatro para la representación de La romería de los cornudos, de Alberto Sánchez, 1933

2016-2017

Con motivo del montaje de la exposición Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica, inaugurada en abril de 2017, coincidiendo con el ochenta aniversario de Guernica, se ha desmontado la obra del artista Alberto Sánchez: La romería de los cornudos, decorado de teatro, de grandes dimensiones, realizado para la primera representación de este ballet el 9 de noviembre de 1933 en el Teatro Calderón de Madrid por la compañía de Encarnación López, La Argentinita. Esta pieza se había instalado en la sala 206.02 en junio de 2016, con motivo del nuevo montaje de la colección permanente. Anteriormente, había estado expuesta, también en la planta 2 del Edificio Sabatini, en el año 2012 en el marco de la exposición Encuentros con los años 30.

Descripción de la obra

La obra se compone de un conjunto de telones de decorado para teatro: uno central, dos laterales y dos bajadas de escalera, realizados sobre soporte celulósico con pigmentos al agua, y cuyas medidas son las siguientes:

  • Decorado central: 700 x 1 400 cm
  • Lateral izquierdo: 520 x 530 cm
  • Lateral derecho: 450 x 410 cm
  • Decorado de escalera: 150 x 100 cm

En la sala de la Colección estaba expuesto el decorado derecho junto con la escalera y un maniquí con traje de paleto que forma parte de la representación.

Singularidades de la instalación de la obra

La complejidad del montaje de esta obra radica en su naturaleza y dimensiones, por lo que todo el procedimiento se tiene que llevar a cabo con una cuidadosa planificación y mediante la consecución de una serie de etapas muy coordinadas.

El hecho de ser una obra sobre papel, supone una mayor dificultad en el montaje, ya que para colgarla es necesario colocar una capa de intervención entre la obra y el muro. No se puede colocar directamente sobre este. El primer paso, por tanto, fue el de entelar el muro para crear dicha capa de separación. Dadas sus dimensiones, fue necesario montar un andamio con la altura suficiente (6 metros de altura) para el montaje de la obra.

Sobre la superficie entelada se colocó una plantilla de papel Kraf, que previamente se había realizado con las medidas exactas de la obra. Se sujetó al muro mediante cintas autoadhesivas y se bordeó con Velcro autoadhesivo, de forma que al retirar la plantilla quedase marcada la silueta de la pieza. Una vez completado este proceso, se procedió al montaje de la obra que se encontraba enrollada en un rulo. Para ello fue necesaria la intervención de entre seis y ocho personas situadas en los extremos, sujetando el rulo en cada uno de los pisos del andamio.

Para sujetar la obra a la pared se empleó cinta Velcro, adhiriendo la banda de tela perimetral que presenta la obra en su reverso. Una vez sujeto el telón perimetralmente, se procedió a poner unos pequeños clavos en la zona superior, intercalando una lámina de Mylar y aprovechando los orificios que presentaba. Mencionar que estos orificios eran los originales, de los cuales se colgaban los decorados para sus representaciones.

Por último, una vez instalado el decorado, se procedió a montar el escenario de tarima, los dos decorados de la escalera y el maniquí con el traje de paleto.

En la realización de este montaje se requirió del trabajo de cuatro operarios y dos restauradores durante un día completo. La instalación de esta obra, al ser una pieza frágil, delicada y de gran tamaño, fue realizada gracias al trabajo de un equipo interdisciplinar y a la coordinación de todas las personas implicadas.

El mismo procedimiento y la misma dedicación fueron necesarios en el desmontaje de la obra, donde de nuevo se requirió el trabajo de un equipo interdisciplinar y la misma infraestructura de andamiaje y materiales.